A veces queremos congelar el tiempo, otras parece que el tiempo se congela por sí solo, anclado en una foto, una carta antigua o incluso un lugar. Es fácil tener esa sensación en el Autòdrom, la de tiempo congelado en un anillo, en el circuito oval construido hace casi 100 años.
La Secció Fotogràfica del Grup d’Estudis Sitgetans, con Andreu Noguero a la cabeza -quien ya conocía el Autòdrom- pensó que, si a ese escenario le sumas un vehículo de época -cedido por Jaume Vila-, motocicletas antiguas -cedidas por Joan Merlos-, seis modelos ataviados con vestidos de los años 20 -cedidos por Menkes, en Barcelona- y la mirada nítida de un grupo de dieciocho amantes de la fotografía, entonces no es que el tiempo se congele es que vuelves a estar en 1923 capturando imágenes que sólo podrían verse aquellos días en un lugar así.
Al preguntarle a Andreu Noguero por qué eligieron el Autòdrom para esta sesión fotográfica, destacó su carácter “histórico. Es un valor añadido por sí mismo, uno de los circuitos más antiguos de Europa. Lo disfrutamos mucho”.
Gracias a su iniciativa y a la sesión de fotografías que realizaron este pasado verano en el Autòdrom, podemos disfrutar de este breve viaje en el tiempo. Andreu Noguero afirma que asistieron a ese viaje como “espectadores” pero en realidad fueron los artífices.
Si queréis preguntarles por la experiencia o agradecerles el viaje, éstos son sus nombres:
Fotógrafos/as participantes
Andreu Noguero, Antonio Pérez, Antonio Solares, Esteban Padros, Gerardo Ghiano, Inocenta Pastor, Isabel Sarrió, Lambert Gracia, Llorenç Estivill, Maria Calvo, Mercè Casadellà, Jesús Rodríguez, Josep Atanes, José Cabello, Josep Miquel Moneny, José Ruiz, Juan Ramón, Toni Adelantado.
Modelos
Berta Llopis, Georgina Martí, José Caldelas, Marta Jacas, Silvia Peñas y Xavier Garcia
Sobre la Secció Fotogràfica del Grup d’Estudis Sitgetans
Más allá de esta sesión en el Autòdrom y otras similares, la Secció Fotogràfica del Grup d’Estudis Sitgetans, con 120 miembros, organiza cada año diversos eventos como Fotomaig o el rally fotográfico en el que concursan fotógrafos de toda Cataluña y en el que participan también grupos del Carnaval de Sitges. Además, cada mes se reúnen para compartir imágenes, conocimiento, análisis y alguna crítica, pero sobre todo la pasión por mirar a través de un objetivo.