El proyecto de reapertura del Autòdrom prevé que el recinto acoja un hotel para alojar a una parte de los visitantes que participarán en las actividades ecuestres. Este hotel, que quedará plenamente integrado en el entorno natural, se llevará a cabo en la tercera fase de ejecución del proyecto, una vez implantadas las dos primeras, que son, respectivamente, la de las actividades de saltos de caballos y la del desarrollo del complejo del motor.
El hotel tendrá una capacidad de 150 habitaciones y estará ideado para acoger, fundamentalmente, a algunos de los participantes de las actividades ecuestres que se llevarán a cabo en el Autòdrom. Estas actividades consistirán en competiciones de saltos de caballo y sus participantes procederán, sobre todo, de países como Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y Gran Bretaña. Las competiciones se celebrarán entre los meses de octubre y abril, cuando en estos países se detiene la actividad ecuestre o se traslada a entornos cerrados.
El hotel se realizará en el espacio de la curva sur del circuito. Su diseño quedará integrado en el entorno natural de la colina, con un mínimo impacto visual y el predominio de las tonalidades verdes y tierra que caracterizan a este punto. En su construcción se priorizarán los materiales naturales y de mínimo impacto en el territorio. La voluntad del Autòdrom es que sus usuarios vivan en plena naturaleza y esto quede reflejado en las instalaciones complementarias.
Aunque el hotel estará enfocado fundamentalmente a los usuarios del Autòdrom –los participantes en las actividades ecuestres, pero también los equipos implicados en el mundo del motor–, su uso será abierto a todo el mundo. De hecho, las competiciones de salto de caballos que se celebrarán en el Autòdrom tendrán entrada libre para todos y el público también podrá hacer uso de los servicios de hostelería y restauración del complejo.