El 28 de octubre de 1923, el Autòdrom Terramar abrió sus puertas con la celebración del primer campeonato de España de automovilismo. Era el primer circuito abierto en la península ibérica y su construcción se había producido en sólo 300 días, en medio de una notable expectación, no solo en Sitges y Sant Pere de Ribes, sino en toda Cataluña. Por este motivo, no fue ninguna sorpresa que un gentío llenara las instalaciones, pese a la fuerte lluvia que cayó en Sitges ese domingo de pleno otoño.
El programa de la inauguración contemplaba toda una semana de carreras, tanto de automóviles, como de motocicletas, autociclos y voiturettes. Las del primer día –destinadas a ser las más importantes, en tanto que se trataba del estreno de la pista y, además, era domingo– tenían como protagonistas a los nuevos bólidos del momento, con una cilindrada de 2,1.
La carrera automovilística recibió el nombre de Primer Gran Premio Internacional de España y los vehículos participantes debían dar vueltas al circuito, de 2 kilómetros de longitud. El ganador obtendría cinco copas conmemorativas (la Copa del Rey, la Omnia, la del RACE, la del Círculo del Liceo y la del embajador italiano), así como 50.000 pesetas de premio; el segundo se llevaba 20.000 pesetas y el tercero, 10.000. Había premios para los ocho primeros.
Esta primera carrera en el Autòdrom la ganó el piloto francés Albert Divo, que realizó la carrera en 2 horas, 48 minutos y 8 segundos con su Sunbeam. Lo siguió Comte Zborowsky, con su Miller, que quedó a 50 segundos de Divo. La tercera plaza fue para el corredor de apellido Carreras, que tardó más de media hora que los dos primeros en finalizar.
Albert Divo corrió de media a 142,80 kilómetros por hora, una velocidad considerable en los años 20 del siglo pasado. Hay que tener presente que estuvo cerca de tres horas rodando con un vehiculó que acumuló 700 quilómetros en esta carrera. Con esta victoria en Terramar, Albert Divo fue el primer campeón de una carrera automovilística en un circuito al estado español. Para Divo, que entonces tenía 28 años y se convirtió en uno de los pioneros de este deporte, era el segundo trofeo que conseguía. El primero lo logró el año anterior en la Tourist Trophy, en la isla de Man. A estas dos le seguirían otras con el Gran Premio de San Sebastián, el GP Salon, la AFCE Libre 1927 y los Targa Florio (o Giro di Sicilia)de los años 1928 y 29. En 1950, Divo corrió las 24 Horas de Le Mans, haciendo pareja con André Morel.