El Autòdrom se convirtió el pasado fin de semana en escenario de una de las pruebas del Campeonato de España de Enduro, que se celebró en diferentes puntos de Sitges, Sant Pere de Ribes y Olèrdola, bajo la organización del Motoclub Sitges. Es la segunda vez que este campeonato pisa nuestro circuito: la anterior fue el año 2004, con motivo del 50 aniversario del Motoclub, que también se encargó de la organización.
El mundo del motociclismo ha estado vinculado al Autòdrom desde sus orígenes. Ya en las carreras inaugurales de 1923, el programa incluyó, además de competiciones de automóviles y voiturettes, otras pruebas de motocicletas, que se celebraron el 29 de octubre. Hubo tres categorías: en la de 1.000 cc venció Joaquim Vidal con una Indian, que efectuó los 400 quilómetros de vueltas al circuito en 3h, 38’ 10’’. A once minutos quedó el segundo participante, Ignasi Macaya. Las otras dos carreras fueron para motocicletas de 500 cc (con un recorrido de 350 quilómetros) y de 350 cc (300 quilómetros).
En los primeros años de vida del circuito se produjeron otras destacadas carreras motociclistas, como el Campeonato de España del Real Moto Club de Catalunya (1924), con cuatro categorías (1.000, 500, 350 y 250 cc) y que contó con la presencia del rey de España, Alfonso XIII. El ganador de la categoría reina fue Ignasi Macaya, que había quedado segundo en la carrera inaugural.
Otras citas motociclistas de los primeros años del Autòdrom incluyeron pruebas con velomotores de 150 cc, así como también carrera de sidecars. La modernidad que imprimían las nuevas instalaciones y la pujanza del universo del motor convirtieron el Autòdrom en una referencia del motociclismo catalán y español. La Peña Rhin, el Reial Automòbil Club de Catalunya y el Reial Moto Club de Catalunya fueron los principales organismos promotores y organizadores de las carreras de los años veinte. Los problemas económicos que sufrió la instalación, a causa del endeudamiento provocado por su construcción (y que obligo al cierre entre 1929 y 1931, por embargo del Estado) pararon las competiciones. Con la reanudación del circuito, volvieron las carreras esporádicas, pero la Guerra Civil frenó de nuevo toda la actividad. La posguerra otra vez, el circuito había quedado demasiado envejecido. En las últimas carreras, en 1955, las motos tuvieron un significativo protagonismo.
En los últimos años, la histórica pista del Autòdrom ha vuelto a acoger algunas motos –así como también automóviles– pisando su cimiento original. Ha sido en rodajes publicitarios y corporativos, con los cuales diversas marcas aprovechan el encanto de estas instalaciones y su entorno para poner a probar sus modelos y conseguir unas imágenes espectaculares. El mismo campeón del mundo Jorge Lorenzo participó en una de estas sesiones, en 2013. Marcas como Honda, KTM o Brough Superior también han dado gas recientemente al circuito. Y además del Campeonato de España de Enduro de los años 2004 y 2021, la pista también ha acogido motos de época, como las participantes en el Ral·li de Cotxes d’Època Barcelona – Sitges (1919) y las de una sesión de fotografía del Grup d’Estudis Sitgetans, entre otras iniciativas.