El proyecto de revitalización del Autódromo de Terramar tiene un compromiso inequívoco con el legado del espacio.
Tal y como se ha venido anunciando a lo largo de los últimos meses, el proyecto de revitalización del Autódromo de Terramar prevé una reforma de las masías de Can Sidós y el Clot dels Frares, así como la gradería. En ninguno de los tres casos la estructura original se verá modificada en modo alguno. De la misma forma, la pista, elemento medular del espacio, permanecerá intacta. Toda tarea de mantenimiento de la misma irá encaminada únicamente a su preservación y, en ningún caso, a su modificación. Así, tal y como ya se ha explicado con anterioridad, se seguirán realizando tareas de limpieza de la misma, para, entre otras cosas, retirar los sedimentos que se acumulan en el asfalto a lo largo del tiempo o rellenar los agujeros y las grietas de las rectas por razones de seguridad. Es precisamente por esta última razón, así como por el firme compromiso del Autódromo de Terramar de conservar este espacio único en el mundo, que la pista no acogerá ningún tipo de carrera.
La actividad del motor prevista va en la línea de lo realizado a lo largo de los últimos años, como son la presentaciones de coches o rodajes televisivos. El reasfaltado de la pista o el mero cambio de las placas de hormigón que la integran supondrían un importante deterioro para el patrimonio histórico del espacio que de ningún modo persigue el proyecto de revitalización.